Quiero contarte todo aquello que
me haces sentir, todo aquello que me provocas, todas esas reacciones de las
cuales tú eres la causa.
Quiero empezar diciéndote que a
veces me provocas lo contrario a sentir, a veces me haces sentir nada,
desbaratando mi tristeza, neutralizando mis miedos y provocándome una enorme
paz que me hace sentir como si no existiera nada. A veces me haces no sentir
aquello que me lastima.
Pero cuando sonríes, y más que
eso, cuando me sonríes, me haces sentir tan especial, tan único, tan
privilegiado, que me haces sentir inmensamente feliz, porque sé que estás
contenta. Y cuando colocas tus manos en mí, electrizan todo mi cuerpo, aceleran
mi corazón y mis palabras se vuelven torpes por mi nerviosismo, cuando eso
sucede es mágico.
Cuando me miras, siento como tu
dulce mirada penetra hasta lo más hondo de mi ser, recorriendo todo mi cuerpo y
enamorándome más y más.
Tú me haces sentir amor, me haces
sentir el deseo de por siempre estar a tu lado. Tú me haces sentir y yo ya
siento que te amo.