Siempre
soñé encontrar a alguien que soñara con encontrar a alguien como yo. Imaginaba
encontrar a alguien que sonriera solo al pensar que volvería a verme, que
suspirara cuando me pensara y que encontrara en el tiempo cualquier excusa para
pensar en mí. Esperaba encontrar a alguien a quien entregarle mis detalles y
que siempre tuviera pretextos para entregarme alguna cosa que me hubiese
preparado con cariño. Soñaba con alguien que dijera amarme con todo el corazón,
que sin motivo tuviera el deseo de recordarme lo mucho que me quiere y lo
afortunada que es por tenerme. Soñé con encontrar a alguien para quien fuera
todo y alguien que fuera todo para mí.
En ti
encontré el motivo de mis suspiros, la persona en quien no dejé de pensar. En
ti encontré un motivo para esforzarme más a fin de alcanzarte, encontré en ti
aquella mujer que invadía mis sueños, mis deseos y mis anhelos. En ti encontré
la persona a la que recordarle cada día lo mucho que significas, en ti encontré
alguien a quien amar. Y fue tan lindo creer por un momento que también me
amabas, pensar que tu corazón latía para mí y que era aquel quien sanaría las
heridas de tu pasado y aquella que me amaría aún con las cicatrices que mi historia
me ha dejado. Creí que eras tú, esa mujer especial que siempre he esperado.
Guardé con especial cariño cada cosa que me dijiste y que cumplía mi sueño de
ser amado, pero solo era eso, un sueño.
Ahora me doy cuenta que estoy
lejos de ser aquello en lo que sueñas, me doy cuenta que no sonríes cuando
sabes que voy a llegar y que no me esperas con ansias. No soy lo que quieres,
mucho menos lo que amas, no soy quien te ayude a superar el pasado, sino aquel
que te recuerda que tu pasado era mejor que lo que yo puedo ofrecerte. Yo no soy
aquel que te inspire a decirme que me quieres, ni aquel que te inspire a
hacerme detalles; solo soy quien se esforzó mucho para meterse en tu vida.
Hoy me
voy y me quedo sumamente triste y sin nada. Tú fuiste todo y por ti estuve
dispuesto a perderlo todo. Y qué bueno que te di todo, para que no tengas duda
de que te amé. Cuando me recuerdes, recuerda que alguien estuvo dispuesto a entregarse
por completo. Te deseo lo mejor, sé feliz con quien te haga feliz, con quien
puedas amar sin límite y con aquel que te trate con el respeto que te mereces.
Sé feliz y haz feliz al hombre que más ames. Sé feliz, y nunca te olvides de lo
mucho que te he amado.
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