A
veces me hace falta la melodía exacta para mis días, que le pongas el
soundtrack a mi vida y me recuerdes que mis gustos musicales nunca superarán a
los tuyos. Muchas veces me imaginé contigo compartiendo la vida, pero siempre
me encargué de asesinar a sangre fría esos pensamientos. Me gustaría saber cómo
sería todo si estuvieras aquí conmigo, pero es perder el tiempo. Nunca estarás,
porque así lo elegí y así es la vida, eliges algo y renuncias al resto. Y yo
elegí no elegirte, aunque a veces me pese, pero así soy, tú me conociste mejor
que nadie y conociste mi gusto por arrancar de mi pecho los sentimientos. Hiciste
todo por hacerme sentir especial y lo sentí, pero siempre dejé que la razón
dominara más que el sentimiento. Te quería, pero no lo suficiente para quedarme
contigo, pero sí lo suficiente para no olvidarte, lo suficiente para continuar
escribiéndote, lo suficiente para que a veces me sigas doliendo. Porque así
aprendí a querer, a no olvidar y a siempre hacer eternas a las personas
importantes en letras y mira que han sido pocas las importantes, pero me
obstino en nunca olvidarlas, en reescribirlas, como a ti, que me niego a
desaparecerte de mi mente, de mis letras, de mi vida, aunque lleves tiempo sin
estar en ella. Pero así soy, tan extraño, tan misterioso, tan simple, que no
podrías entender mis decisiones, así como a veces no entiendo por qué existo
sin ti.
Supongo
que en algún momento llegamos a tener un amor imposible. Uno de esos amores que
ni las desilusiones, ni la distancia, ni el tiempo parecen borrar. Esos amores
que aparentan ser eternos, pero que si se piensa bien, si nos detenemos un
momento a reflexionar en él, son solo
momentos los que crean ese amor. Lo demás son fantasías, maquinaciones de
nuestra mente que hacen que crezca ese amor. Se empieza por atribuir
cualidades, por hacer inigualables unos ojos ordinarios o creer que una sonrisa es
perfecta cuando está lejos de serlo. Luego se confunde un saludo amable con un
coqueteo, una mirada casual con un mirar apasionante, una conversación de
algunos minutos con una muestra de interés en nosotros. El que sea imposible es
un ingrediente esencial, pues un amor no duraría tanto tiempo, tantas lágrimas,
tantas canciones, tantos suspiros, si no fuese imposible. Y es así como poco a
poco, o a veces no tanto, se crea un “eterno” amor imposible.
Conocí
mi amor imposible cuando apenas tenía 12, en ese tiempo era tan ingenuo que aún
creía que no había nada imposible. Poseía un corazón impecable y sin ningún
rasguño, dispuesto a ilusionarse con cualquier cosa, como ser una estrella de
rock, ser un exitoso futbolista, o ser un prestigioso profesionista. Sin
embargo mi corazón eligió ilusionarse con una mujer esbelta con más o menos uno
sesenta de estatura. Su piel era áspera y ceniza, pero en aquel entonces para
mí era más tersa que las nubes. Sus ojos eran negros como ningunos, eran,
porque ahora me doy cuenta que eran más comunes que el acné a esa edad. Poseía
una voz melosa que me costó mucho tiempo superar. Su personalidad era fría y
algo distante de los demás, solo de vez en cuando esbozaba una sonrisa… su
sonrisa, era y sigue siendo un regalo de Dios para la humanidad.
Fue
necesario esperar varios años, derramar cientos de lágrimas, desvelarme muchas
noches, sufrir con muchas películas y canciones románticas para superar a mi
amor imposible. Fue hasta que apareció una mujer diferente con un alma cálida y
una sonrisa estupenda que me hizo sentir la necesidad de ilusionarme de nuevo.
Esta vez veo sus cejas asimétricas y su diente chueco, pero también veo en ella
el deseo de hacerla feliz. Veo en sus ojos la tristeza de años pasados pero en
su sonrisa la capacidad de haber dejado todo atrás. Siento sus manos que
encajan perfectamente con las mías, y su cabello que eriza mi piel cuando
acaricia mi cuello. Conozco su risa y sus gestos, su manera de hablarme cuando
pierdo la esperanza. Conozco su aroma y la capacidad que tiene de adaptarse al
cambio. No es un momento, no es un sueño, no es una ilusión, es real y está
para mí tanto como yo estoy para ella. Y la amo. Fue así como comprendí que
aunque el amor imposible dura mucho tiempo, el amor definitivo dura para
siempre.
De repente uno siente como esa necesidad de regresar a un
punto de la vida donde quedó algo importante, donde hubo algo o alguien que nos
hizo replantearnos todo, que sacudió con su presencia nuestra existencia.
Cuando me pasa eso siempre regreso a ti, a los momentos que pasamos juntos y
que se volvieron eternos. A veces cuando siento que he perdido el rumbo,
regreso casi por puro instinto a lo nuestro, a lo que de alguna forma nos unía.
Empiezo entonces a escuchar las mismas canciones que nos gustaban y empiezo a
sentir la necesidad de volver a los lugares donde nos vimos. Comienzo a ver
películas que nos gustan y recuerdo tus poemas o tus frases, o tus miradas.
Recuerdo tu mano sobre la mía o simplemente te recuerdo sentada a mi lado y
entonces siento como una tristeza de no tenerte a mi lado pero a la vez escapa
una sonrisa de mis labios cuando en fotografías miro algún momento gracioso que
vivimos.
Siempre
vuelvo a ti en algún momento, vuelvo a tu olor, a tu risa, a tus miradas, a tus
gestos, a nuestros bailes y a nuestras citas. Siempre vuelvo sabiendo que
aunque no estés, estarás para mí, quizás porque dijiste que siempre estarías. Y
así, mientras te rememoro, miro como te vuelves siempre un pasado bien presente
y un punto de mi vida que jamás olvidaré.
El amor es locura
es tontedad,
es frenesí en la sangre
es una tempestad.
es tontedad,
es frenesí en la sangre
es una tempestad.
Es dulce veneno
un puñado de sueños,
unas caricias, unos besos
es lágrimas y recuerdos.
un puñado de sueños,
unas caricias, unos besos
es lágrimas y recuerdos.
Es la tristeza de
invierno
la alegría de primavera,
es risas y momentos
una canción, un poema.
la alegría de primavera,
es risas y momentos
una canción, un poema.
Es emoción
desbordada,
una droga potente,
es una encrucijada,
es un deseo recurrente.
una droga potente,
es una encrucijada,
es un deseo recurrente.
Y todo esto
y mucho más.
El amor es guerra
el amor es paz.
y mucho más.
El amor es guerra
el amor es paz.