Siempre deseé tener superpoderes
cuando era niño. Me imaginaba volando lo más alto posible, tener una fuerza
extraordinaria o resistir el fuego, pero lo que más deseaba era ser invisible.
Así podría salir sin que nadie lo notara y entrar sin que me miraran, así
podría avanzar sin que a nadie le importara.
Después de tanto que ha pasado en
mi vida creo que lo he conseguido, pues cada vez que camino y te encuentro
parece como si no me vieras, y yo, aunque te muestre mi mejor sonrisa y aunque
porte mi más bonito suéter para llamar tu atención, aunque levante mi mano y
diga adiós, no me ves. Nunca pensé que fuera tan malo, pero lo es. Cada que me
encuentro contigo logras hacerme sentir invisible.
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